En ese momento en el que te invitan a visitar una ciudad medieval en Polonia seguramente no imaginas que vas a visitar Torun, ya que carece del nombre internacional que tienen otros centros turísticos polacos. Pero Torun nos ofrece carácter, magia e historia a precios más que asequibles. La ciudad es conocida por ser la cuna de Copérnico, por poseer cientos de monumentos de interés y por el pierniki, pan de jengibre de elaboración local.
En esta ciudad patrimonio de la humanidad, el centro histórico sigue conservando su estructura medieval característica del siglo XIII, sin necesidad de restauración, ya que quedó casi intacta tras la segunda guerra mundial. En esta estructura el aspecto a destacar es su plaza del mercado con el imponente viejo ayuntamiento en el centro de la misma, hoy día museo local y mirador panorámico, desde el que tendremos la posibilidad de disfrutar de unas excepcionales vistas de todo el casco antiguo con el río Vístula como telón de fondo.
Dirigiéndonos hacía el río toparemos con los restos de la muralla de la ciudad, torre inclinada incluida. Otros de los encantos de Torun son sus iglesias y casas góticas, los restos del castillo de los Caballeros Teutónicos, la casa-museo de Copérnico y el planetario.
Las mayores ventajas de esta ciudad son el reducido tamaño del centro, el cual hace que la visita a Torun se pueda realizar en un solo día, y el hecho de que al estar fuera de los circuitos turísticos internacionales los precios sean reducidos.