Se trata Cartagena de un lugar lleno de historia. Fenicios, cartagineses, romanos y árabes pasaron por aquí en la antigüedad dejando una intensa huella en la ciudad. Pero sin duda su mayor atractivo turístico es el Teatro Romano.
Construido entre los años 5 y 1 a.C. Bajo el reinado de César Augusto, respondía a los nuevos planes que tenía el Imperio para la ciudad, llamada por entonces Carthago Nova, la cual se había convertido en la tercera más grande de Hispania, por lo que se llevaron a cabo algunos trabajos de mejora en los servicios públicos de la ciudad.
El teatro, situado en la ladera de una de las múltiples colinas de la ciudad, tenía una capacidad para 6.000 espectadores y en su construcción se llegaron a emplear materiales procedentes de otros rincones del Imperio como Grecia. El teatro estuvo en uso hasta el siglo III, momento en el que sobre el mismo se edificaría un mercado primero, un barrio bizantino después y la Catedral de Cartagena siglos más tarde.
En el año 1988, durante las obras para la creación de un Centro Regional de Artesanía, el Teatro Romano fue encontrado de casualidad, pues se desconocía incluso de su existencia en el pasado. Posiblemente gracias a su desconocimiento, quedaron sin expoliar restos arqueológicos tan importantes como unos altares dedicados a la Triada capitolina o una estatua de Apolo tocando una cítara.
A partir de ese momento se comenzó la rehabilitación del teatro, para algunos años más tarde crear el Museo del Teatro Romano de Cartagena, instalación que da acceso a visitar el teatro en sí. No obstante se espera que el mismo no esté rehabilitado por completo hasta el año 2020 pero sin ninguna duda, es una razón de peso para visitar la ciudad marítima de Cartagena y sus muchos encantos.