Hoy os traemos un artículo muy especial, no porque lo haya escrito yo, sino porque es comida especial, comida típica de Mallorca que además está hecha completamente con productos típicos de Mallorca, de la tierra y del Mediterraneo. Productos que aunque no estés viviendo ahora mismo en la isla y a tí lo único que te relacione con esta es el amor que sientes por Mallorca cada vez que vienes de vacaciones en verano, podrás igualmente intentar rehacer en tu casa seas de donde seas. Alemania o Inglaterra encontrarás seguramente algún producto con el que puedas apañar una de estas recetas de comida Mallorquina. Sobre todo con la primera que os presentamos en esta ocasión, el famoso plato de mallorca frito mallorquín, un plato que permite bastantes variaciones en su elaboración, tantas que posiblemente te salga la receta del frito mallorquín exactamente igual como recuerdas haberlo probado durante tus últimas vacaciones en Mallorca comiendo en algún Celler o restaurante de comida mallorquina.
Es un plato muy pero que muy típico, muy tradicional e increiblemente sabroso. Puede hacerse un frito mallorquin de carne o un frito mallorquín de pescado, incluyendo sus -oh dios que hambre!- buenísimas patatas y cambiando el higado de cerdo por gambas salteadas. Arf! Ya paro porque me está dando vueltas la barriga como si estuviera enamorado de la comida (que lo estoy, y quién no?)
Los ingredientes que necesitaremos para la receta para este plato de productos mallorquines, es:
Patatas. Aproximadamente un kg de ellas.
De cerdo o de cordero, hígado, pulmón o sangre cocinada.
Cebollas tiernas, un manojo.
2 guindillas
1/2 kg de pimientos verdes (o rojos, o mezclados)
Hinojo (quizas difícil de encontrar fuera de España, es una especia)
1 cabeza de ajos
2 hojas de laurel (especias también)
¿Y ahora qué hacer?

Fries las patatas y las reservas en una olla. Lo típico y tradicional es que esta olla esté hecha de barro, pero si no vives en Mallorca será difícil que tengas una (aunque una vez conocí a una americana en Arizona que se trajo ollas de barro desde Mallorca!) En la olla de barro o sartén de toda la vida si no tienes, fríes toda la carne cortada en pequeños trocitos junto a las guindillas (picante), el laurel y los ajos. Echas inmediatamente los pimientos también cortados a pequeños trozos, cebollas lo mismo y finalmente el hinojo para aportar sabor a ese último salteado. Todo mezclado, cuando esté cocinado a tu gusto sacas y sirves. Disfruta.
Después del delicioso frito mallorquín llega otro plato hecho con productos típicos de Mallorca, delicioso también (a no ser que seas de esos que odian comer verdura) Las sopas mallorquinas o sopes mallorquines (en mallorquín / catalán) nombre original.
La receta de las sopas mallorquinas no es complicada en exceso, aunque sí es cierto que hay que tener bastante practica. Un plato muy sano desde luego, también podríamos llamarlo sin lugar a dudas plato de la dieta mediterranea, porque es muy saludable y esta hecho con productos típicos de Mallorca y de cualquier parte del mediterraneo. Fáciles de encontrar, no necesitarás buscar mucho más ni pedir a nadie de Mallorca que te envié ese ingrediente especial que en tu país no encontraras.
Para la receta de sopas mallorquinas necesitarás:

1 manojo de acelgas
1 repollo o col pequeño
1 manojo de cebollas tiernas
1/2 manojo de perejil
1 tomate
2 cucharadas de pimentón dulce
3 pimientos verdes
aceite de oliva
agua
Quizás lo más complicado sería encontrar el típico pan moreno de Mallorca, que deberíamos cortar a tiras muy finas. Pero cualquier «pan duro/marron» nos valdrá. Cortado muy fino.
¿Cómo se hacen estas sopas? (que de sopa no tienen nada, solo el nombre)
En una sartén, olla o cazuela deberás de cortar, echar y en ella sofreír las cebollas y el pimiento. Poco a poco deberás ir añadiendo el resto de las verduras en trozos de un tamaño más mediano que pequeño, y para nada grandes. Deja que se cocine todo bien, que se ablanden las verduras (no tiene nada que quedar estilo aldente). Cuando todo esté más o menos reducido añadiremos el pimentón rojo. Y ahí dejaremos que todo se cueza hasta que este bien blando.
Una vez todo esté bien cocinado sacaremos la verdura de la olla ayudándonos de una herramienta de cocina tal como aquella usada para los huevos fritos (algo con agujeros) que nos permite recoger a la vez que «drenar». Pues lo que haremos será sólo coger la verdura, apartarla en otro plato durante unos minutos, mientras echamos el pan dentro de la olla hasta cubrir y absorber el caldo que se habrá producido por la cocción de las verduras. Una vez el pan absorbe todo, metes de nuevo las verduras. Listo y a servir.
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